El debate

Pocas sorpresas para quienes han estado siguiendo la elección hubo en este debate. Enrique Peña Nieto continuó con su discurso sobre los compromisos cumplidos, mientras que Josefina Vázquez Mota fue fiel a la consigna de desmentirlo. López Obrador, por su parte, no dejó de acusar a ese clase política que ostenta un poder fáctico.

Los tres candidatos más vinculados con una posición neoliberal hicieron énfasis, como era de esperarse, a la promoción de la libre competencia. López Obrador, por su parte, defendió un Estado de bienestar. En este sentido AMLO se diferencia de los demás. Sin embargo, estoy lejos de creer que esto podría ser un punto a su favor. Aunque las políticas de Estado de bienestar han sido acusadas de ser socialistas desde las posturas más neoliberales, están muy lejos de constituir esto. El PRI por varios sexenios promovió un Estado de este tipo.

Quadri quizá fue quien mejor suerte tuvo en la contienda. Como él no busca mas que un 2% que permita a su partido mantener el registro, se centró en presentar una imagen diferente a la que han presentado sus contrincantes y hacerse escuchar como hasta ahora no había podido hacerlo. No tuvo miedo de proponer cosas tan atroces como el regreso del CISEN o una Policía Militarizada como la que mantuvo a Chile y España en una dictadura. Mostró también su bonito lado ecologista. De hecho, fue el único que pareció tener propuestas sobre desarrollo sustentable.

En el tema de la corrupción, todos estuvieron de acuerdo. El país apesta a ella. Aprovecharon, de paso, en acusarse sus corruptelas. Creo que en este punto López Obrador salió bien parado. En cuanto le achacaron a Bejarano como parte de sus amigos en Facebook, el reviró con una respuesta sorpresiva «Y a Bejarano agregaría a Ponce». Terminó señalando que ambos están en la cárcel. Regresó la estocada acusando sobre la impunidad existente en colaboradores cercanos a Peña Nieto. Me parece que a Peña Nieto no le dio tiempo para responder.

A cada ataque de JVM a EPN, este respondía «seguro que sus asesores no le informaron bien». Aunque EPN al principio mantenía esa postura de «no voy a dividir», una vez que se creyó lo suficientemente azuzado, fue a la carga contra Josefina. Tenía mucha cola que pisarle, pero Josefina le copió la táctica a Peña Nieto y para cada ataque respondió con una fórmula:»que las acusaciones se presente a las instancias correspondientes». Quadri, por su parte, en cada intervención sólo decía, parafraseándolo: «miren, los políticos como siempre sólo atacándose». Quizá si no atacaron tanto a López Obrador fue, o porque creen que ya hicieron buen trabajo hace seis años, o por falta de tiempo.

Un comentario final sobre la presentación de López Obrador. En lo personal, me pareció tímida. Quizá preocupado por desdibujar esa imagen bélica que le crearon hace seis años, adopta una postura moderada, quizá más calmada que la típica de la socialdemocracia. Lo veo como un jugador de ajedrez que, con mejor posición pero con menos recursos materiales, opta por un juego moderado en lugar de intentar esa jugada audaz que cambie la situación del tablero. ¿Cuál es esa jugada? El tiempo en el reloj electoral se le agota para averiguarlo.

¿Quién ganó el debate? Me parece tonto decidirlo. Yo creo que este 1º de Julio, gane quien gane, todos perderemos.

Joyas del debate:

La edecán de los primeros 5 segundos. Se llama Julia Orayen y ha salido en Playboy.

Las gráficas de Quadri.

‎»Porque esto no se ve en televisión» Y no dejaron ver la foto que presentó López Obrador.

El «No tengo tiempo» de Enrique Peña Nieto.

«Tengo esta imagen» y Peña Nieto la pone fuera de cuadro.

Deja un comentario

Archivado bajo Opinión

Deja un comentario