Dejé la computadora en el trabajo, así que seré más breve porque es exaspera te escribir desde el celular. Además que me quedan pocas ideas.
1. La primera vez que me peleé a golpes fue en el jardín de niños. Me fui a los trompones con un compañero porque me dijo «sabelotodo».
2. En el jardín de niños estuve enamorado de una niña llamada Berenice, y según yo, éramos novios, pero ni a manita sudada llegamos. Una vez hablé por teléfono con ella y le pregunte si me quería y dijo que no. Me solté a llantos. Tenía para entonces seis años y ya estaba en la primaria.
3. Hice un comercial para la radio cuando tenía como 8 ó 9 años. Fue un comercial para el Instituto de inglés donde estudiaba, el Instituto Franklin de Veracruz, y además nos entrevistaron en un programa llamado «Chiquilladas». Me pagaron con 5 horas de Internet gratis. Fueron las primeras 5 horas de mi nueva vida virtual.
4. Gané un concurso de carteles a nivel de todos los CCH en cuarto semestre. El día antes de ir a recoger mi premio, hice una peda con los darkies con los que me juntaba en la tarde después de clases, aprovechando que mi padre se había ido de viaje. Me crucé con panques llenos de magia, mezcal y leche. Al día siguiente fui crudo por el premio y regresé a limpiar la casa. No le hubiera dicho a mi padre que gané un concurso si no fuera porque tenía miedo de haber dejado rastros y quería desviar su atención. Una peda destructiva no es algo que haría un ñoño como yo.
5. Me encanta el punk e ir a tocadas punks, pero llegué al punk de la manera más ñoña. Leí un libro llamado «Kensington Gardens» que era una versión para punks de Peter Pan. Los niños perdidos eran una pandilla que se juntaba en Kensington Gardens y escuchaban música de grupos como The Clash y Sex Pistols. Busqué por Internet esas bandas. Sex Pistols no me latió mucho pero me volví fan de The Clash. Luego conocí otros grupos de Punk más punks. Cada que sé de una tocada, me doy una vuelta.
6. Antes de la secundaria, solo escuchaba música clásica y la trova de mi madre. Luego me hice fan de los Backstreet Boys y Britney Spears solo por convivir. Cuando conocí los grupos ingleses de los 60 y 70, enderecé el camino.
7. Tengo un grupo de amigas que me llaman «Paula». Las conocí cuando tomaba taller de pintura en el CCH. Nos juntamos para cocinar, comer maki y hablar de gatos.
8. La primera vez que me interesé por las lenguas del país fue por un viaje a Chiapas cuando tenía 15 años. Me gustó mucho descubrir una lengua tan distinta al español como el Ch’ol.
9. Mi bisabuela hablaba una lengua de Chiapas, pero nadie sabe bien cuál era. Supongo que es tzotzil. Ella le llamaba su lengua. Una vez que regresaba de Chiapas pasé a Coatzacoalcos y llevaba una bolsa de frijoles en sus vainas que me regalaron allá. Mi bisabuela recordó su infancia con su mamá cuando limpiábamos los frijoles y no recuerdo si grabé cuando cantaba en su lengua. Pero recuerdo que pensé que debía grabarlo, si algún día podían saber cuál lengua era. Aún no pensaba estudiar lingüística. No he revisado mis cassettes de 80 en años y no recuerdo qué contienen mucho.
10. Antes de cualquier cosa, yo he querido ser como mi abuelo. Quise estudiar medicina para ser como él y ayudar a la gente. Luego quise estudiar QFB para crear nuevos medicamentos y ayudar a más gente que un médico. Luego me fui a las ciencias sociales porque me pareció que como está este mundo, no se puede ayudar a nadie y había que transformarlo. A veces, cuando siento que apenas y puedo ayudarme, me pregunto si mejor sí debí estudiar medicina. Aún intento ser como mi abuelo, una persona con amplios conocimientos y que en su trabajo daba su mejor esfuerzo. Lo recuerdo siempre contento, silbando, con alguna melodía en la cabeza. Cuando intentaba resolver un problema, se quedaba pensando por mucho tiempo y no dejaba de buscar la solución hasta tenerla. Mi abuelo es la persona a quien más extraño y a quien más espero ver cuando sueño.
Definitivamente me encantó tu confesión #10 saluditos 😀
🙂