Huesos y Llantos: Poema contra la desaparición forzada

Los desaparecidos del 26 de septiembre de 2014 en Ayotzinapa empezaron a ser una referencia obligada en todo tipo de eventos. Cualquier evento cultural hacía un pronunciamiento al respecto. La indignación es muy real, y cada uno ha buscado sus maneras de decirla.
Yo escribí este poema tras escuchar la primera conferencia de prensa de Murillo Karam. Sea cual sea la verdad, nadie puede ocultar que hay 43 familias de Ayotzinapa que no tienen un cuerpo a quien abrazar o llorarle,
miles más en todo el país. Y quizá millones en nuestra historia.
La desaparición forzada ha sido una práctica del Estado con varias décadas de tradición. Cuerpos incinerados, o aventados al mar, o disueltos en ácido, o enterrados en el bosque forman parte de la ignominia nacional.

Huesos y llantos

¿Dónde quedaron
las flores y el canto
de Nezahualcóyotl?
¿Cuándo se tornaron

en huesos y llantos
tirados sobre escollos?

La sangre aún alimenta a esta tierra,
pero el sol ya no renace.
En el bastón y el pedernal se encierra
la ignominia del ultraje.

Juan Paulo Péreztejada

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