Odio las canciones rancheras. Me refiero a esas canciones que cantan por el desamor, causado por la traición de una mala mujer. El cantautor cubano «Virulo» se burlaba de ellas y comentaba que, cuando las escuchaba en Cuba pensaba «caray, las mexicanas deben ser unas cabronas». Pero cuando llego a México se dio cuenta que en realidad los cabrones eran los mexicanos, solo que ellos tenían menos vergüenza para cantar sus penas.
Y sí, es probable que tengamos menos vergüenza. Al menos yo no tengo mucha. Por eso, he hecho mi primera canción ardilla, escrita con la sangre de un corazón dolido y destrozado.
Es mala, como todas las canciones de desamor.