Muchos previeron el final de Xanga. Recuerdo algunas publicaciones y comentarios que temían ese final, y que en su momento, parecían paranoicas. La principal preocupación que expresaban era «¿Qué hacer con toda una vida escrita ahí?» Las formas en que uno podía imaginar aquel final eran variadas. Los servidores, ubicados en Nueva York, podrían ser destruidos -a final de cuentas, Nueva York siempre es destruida -, podían ser hackeadas las cuentas y borrar la información, o bien, la baja de usuarios los podría obligar a cerrar. Al final, fue eso último lo que sucedió. Aunque hablan de un Xanga 2.0 (al parecer, de cobrar), Xanga nos parece muerto desde hace mucho tiempo.
La población en Xanga comenzó a decaer a nivel global en 2007 -seis meses después de que me uniera. La web 2.0 tal vez tuvo que ver. Si se trataba de hablar de tu vida personal, mejor hacerlo en un espacio breve y con indirectas hacia las personas que ya te conocen, con información que al poco tiempo se pierde en la red. Sin embargo, parece ser que el golpe final se lo dio Xanga mismo. Mientras que otros sitios de blogging se internacionalizaban y continuaban siendo gratuitos, Xanga se mantenía con una interfaz en inglés -con un intento de expansión al mandarín – pero sin abrirse a una traducción en otras lenguas, aunque fuera una traducción como la realizada por otros sitios web, que es por medio de sus propios usuarios. Mientras Blogspot, Tumblr y WordPress tienen su soporte en otras lenguas, Xanga no parecía tener intenciones de realizar esa misma expansión. Es cierto, la población hispanohablante era muy reducida en el sitio, pero también tuvo que ver que xanga nunca buscó ese público.

Fuente: http://www.alexa.com/siteinfo/xanga.com». Alexa.com. Retrieved 2014-07-06.
Xanga tenía sus fortalezas que nos hizo a muchos preferirlo sobre WordPress, LiveJournal o Blogspot. Los blogrings creaban una comunidad de blogueros con intereses similares, o al menos, que se entendían entre sí, lo suficientemente grande para no aburrirse, aunque lo suficientemente pequeña para no perderse. Era una forma de encontrar a la gente que en verdad te interesaba leer. Aunque, al final, los mismos que se encontraban en un blogring, los encontrabas en otros. La comunidad que se creaba dentro de xanga era recíproca. A quien leías, te solía leer de vuelta. Era casi como un código de conducta.
Finalmente, en Xanga conocí a mucha gente interesante. Creo que en ningún otro sitio de internet he hecho tan buenos amigos. Pero será motivo de otro post aquellos detalles.