Esta película ha sido dirigida por al menos una persona. Se desenvuelve en algún punto del planeta, teniendo como protagonista a al menos un personaje que puede o no puede ser el mismo director (o directora) o una proyección del guionista. La historia transcurre con un inicio, un clímax y un desenlace, aunque podría sorprendernos con algún inesperado experimento en la estructura narrativa.
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Alerta: Infección nasal se esparce en la Condesa
¡Tenga cuidado! Una peligrosa infección en las fosas nasales, conocida como gomitis, está esparciéndose en oficinas de la colonia Hipódromo Condesa, ciudad de México.
Persona afectada por gomitis, seria infección de las fosas nasales.
Esta enfermedad se caracteriza por una alta concentración de grenetina en las mucosidades que provoca secreciones con apariencia de gomitas.
Los investigadores aún desconocen las causas de la enfermedad. Se ignora si se trata de una infección contagiosa, pero recomiendan evitar comerse los mocos de quienes la padecen, por muy sabrosos que se vean.
Las víctimas de la infección pueden llegar a presentar trastornos mentales serios, perceptibles en su mirada y tienden a comerse sus mocos hasta gomitar.
Se recomienda ser comprensibles con ellos y tratarlos con mucho cariño.
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Mi madre y la filosofía
Mi madre odia tanto la filosofía, que la única vez que se casó fue con un poeta. Irónicamente, su matrimonio la llevó a las mismas conclusiones que Platón. Platón destierra al poeta de la República por no aportar mas que mentiras, y mi madre corrió a mi padre de la casa por más o menos las mismas razones.
A sus 24 años, mi madre ya era una mujer divorciada con dos hijos y una profunda comprensión sobre la vida. Ella decía que quien te quería te dejaba marcas, y de esa manera justificaba usar la hebilla del cinturón. Yo saqué provecho de sus enseñanzas. Cada 10 de mayo la felicito a lo lejos, para mantener una distancia segura, y si me reclama no darle ninguna muestra de afecto, le digo que qué mejor prueba quiere de mi amor que las cicatrices que aún tiene en el vientre.
Comprendo la animadversión de mi madre por la filosofía. Los manuales complican su comprensión: que los presocráticos, que los estoicos, que los escolásticos, que los existencialistas… complicaciones innecesarias pues la filosofía se puede dividir en tan solo dos grandes corrientes: la de los filósofos feos y la de los filósofos guapos. Estas diferencias, establecidas por los hados de la genética, determinan posturas diametralmente opuestas sobre la existencia. Un filósofo que cree que la vida es miserable y debemos aceptar este hecho, ha sido alguien cuya madre se arrepintió de no haberlo abortado la primera vez que lo tuvo en sus brazos. Por el contrario, quien cree que la vida es maravillosa y uno sólo debe aprender a disfrutarla, es alguien que está acostumbrado a obtener cuanto quiere con solo pedirlo y sonreír. Estos últimos son las mismas personas que recomiendan que, para invitar a salir a alguien, basta con acercarse y hablarle. Ese consejo es muy efectivo cuando uno mide más de uno ochenta, tiene un rostro simétrico y una espalda que parece esculpida por el mismo Rodin. Pero cuando uno mide uno sesenta y tres, tiene brazos que parecen mangueras y un cuerpo esculpido por Botero, debe esforzarse un poco más, o resignarse como Schopenhauer.
- El pensador, de A. Rodin.
- Un Botero
Admito que no a todos los filósofos se les puede clasificar en una u otra corriente tan fácilmente. En particular, tengo problemas para clasificar a Karl Marx. Su abundante vello facial me impide determinar si era rostro o si tenía algún rostro. Supongo que es una consecuencia de su método filosófico. Marx resuelve la contradicción fealdad-belleza, cubriéndose de pelos la cabeza. Esto es lo que se conoce como “dialéctica”.
¿En qué corriente me ubico? Me suelen decir que no soy feo, que es otra forma de decirme que no soy guapo. Creo que soy marxista.
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Las conversaciones con Ricco
El trabajo que tuve con el maestro Sergio Ricco fue peculiar y probablemente no volveré a tener un trabajo similar. No era sencillo explicar en qué consistía. Cuando quería evitar largas explicaciones, sólo decía que era ayudante de un investigador.
A veces mis interlocutores pedían mayores explicaciones ¿cuál era el proyecto de investigación?, ¿cuál era mi tarea en ese proyecto? ¿dónde trabajaba con él? Si esto sucedía, tomaba aire y me preparaba para tomar un largo turno en la conversación.
El proyecto de investigación que trabajaba con el maestro Sergio Ricco era «El concepto de indio en América». Él se había dado a la tarea de revisar los textos que produjo el Instituto Indigenista Interamericano (III), una organización internacional que operaba como consultora de los gobiernos americanos con población indígena. El indigenismo mexicano tuvo uno de sus primeros bastiones en este Instituto. De hecho, fue Manuel Gamio, el mal llamado padre del indigenismo mexicano, el primer director en funciones del III, puesto que ocupó desde 1941 hasta su muerte, en 1960.
El III tuvo dos publicaciones periódicas: América Indígena, revista que se editó por más de cincuenta años de manera ininterrumpida, y el Boletín Indigenista Interamericano, que luego pasó a llamarse Anuario Indigenista. Cuando empecé a trabajar con el maestro Sergio Ricco, le faltaban por revisar unos pocos números de la revista y revisar todas sus anotaciones que había estado haciendo sobre el tema.
En este punto, mi ayuda era necesaria. Sergio tuvo un accidente que le lastimó con severidad la pierna y la vista. Por este motivo, su movilidad era reducida y su visión débil. Él no podía leer los textos que necesitaba consultar para su proyecto de investigación. Yo, como otros ayudantes que me precedieron, tenía que leerle cada texto en voz alta y tomar nota de sus observaciones y resúmenes.
A grandes rasgos, mi trabajo era ser un lector. Hoy en día, especificamos cuando una lectura es en voz alta pero anteriormente la lectura era, por definición, en voz alta. Solo unos cuantos doctos eran capaces de leer en silencio. Muchos han referido, como Margit Frenk Freund*, los comentarios de San Agustín sobre San Ambrosio, quien era capaz de consultar los libros sin mover los labios. Sin embargo, la lectura en voz alta es una actividad cada vez más atípica. Por ese motivo, me sentía orgulloso de ser parte de la última generación de un gremio cada vez menos común.
En su ensayo sobre la bicicleta, Julio Torri comentaba sobre los intentos de hacer colectivo el ciclismo y los calificaba de fútiles, como han sido los intentos de compartir la lectura. La realidad es distinta. La lectura ha sido, la mayor parte de la historia humana, una actividad colectiva y compartida. Sin embargo, en nuestro mundo contemporáneo esas oportunidades de compartir la lectura en el momento mismo en que se realiza son cada vez menos comunes. El trabajo con Sergio Ricco volvió parte de mi rutina una rareza.
Las lecturas incitaban a la conversación. En ocasiones él me detenía para comentarme alguna anécdota que recordaba por el texto, o en ocasiones, yo me detenía para preguntarle su opinión sobre algún argumento que me parecía controversial. Algunas de esas conversaciones se volvieron destellos un tanto hilarante que fui juntando bajo el hashtag #ConversacionesConRicco tanto en google plus como en twitter. Para terminar esta entrada, dejo la colección de estas conversaciones.
- Y este Putin es ahora un neoliberal, pero autoritario. Bueno, pero ¿qué neoliberal no es autoritario?
- ¿De quién hubieras preferido ser novio, de Monsi o de Foucault?
- -Una gente pendeja.
-¡Cuadrada!
-Bueno, no me vas a decir que una persona cuadrada es especialmente brillante. - -En Veracruz, soy bajo.
-Aquí también. - Pues si el gobierno habla mal de él, debe ser muy buena onda. [Sobre Mireles]
- Y se juntaba [Margarita Nolasco] con los pandilleros de la antropología, como Warman y otros que eran como los que te golpearon.
- -Según es socialista [Hollande].
-Es socialdemócrata. A la social democracia siempre hay que tenerle desconfianza. - ¡Todos los bosques que se van al caño! [sobre el Papel Higiénico]
- -¿Dónde es el CCU?
-Donde está la Sala Nezahualcóyotl.
-Eres muy proprio. Yo le digo «Cultisur». - -Desde el inicio del sexenio dicen que anda mal de salud.
-Pues la tiroides, que tiene que ver con la estupidez.
[Sobre la salud de Peña Nieto] - -¿Qué hay en las noticias del conflicto…?
-¿Qué conflicto?
-No sé, el país siempre tiene un conflicto ¿no? - -Cuando una cultura influye en la comida, ya te chingaste.
-Llega directo al corazón.
-Pues sí.
[Sobre los intercambios culturales en la gastronomía entre Europa y Medio Oriente] - Pero él ya mataba perredistas desde antes de pertenecer al PRD ¿no? [sobre Zeferino Torreblanca, ex gobernador de Guerrero]
- -«Para construir una Bolivia más justa necesitamos un golpe de timón de fondo…»
-¿De timón? Si no tienen barcos…
[Leíamos la introducción a la nueva Constitución Política de Bolivia, de Evo Morales] - -El ruso no es difícil.
-Me habían dicho lo contrario.
-Es fácil de pronunciar.
-¿Usted dónde aprendió?
-No, yo no sé. - -Vírgenes de Guadalupe chinas… ¡Hasta cohetes chinos ya venden!
-Bueno, eso no es raro, Maestro.
[Sobre la introducción de los chinos al mercado nacional]
*Margit Frenk Freund tiene una interesante conferencia sobre la lectura en voz alta antes del siglo XX en la cultura occidental, con audios disponibles en descarga.cultura.unam.mx.
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Vivir sin cafeína
El día de la renta está por venir. Me estoy comiendo mis ahorros, aunque aún no me pagan la última quincena de mi trabajo anterior (aún no he ido por ella). El panorama empezó a pintar peor cuando noté que la flama del gas estaba languideciendo.
Un tanque de gas no cuesta demasiado si pensamos que me dura seis meses, pero pagar doscientos y pico de pesos de gas no estaba en mis planes. Debería haber estado, pues ya tenía seis meses sin cambiar el tanque. En todo caso, me estaba haciendo a la idea de vivir sin gas y seguir una dieta crudivegana, mientras me preparaba mi último plato de lentejas, cuando pensé que sería una buena idea para trabajar prepararme una taza de café.
En ese momento, recordé que el café requiere de agua caliente para prepararse, el agua la caliento con fuego y el combustible para producir fuego más práctico que tengo es el gas. Ustedes no saben el sentimiento de angustia que me ha causado darme cuenta de esto.
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Curso de filosofía. Corrientes filosóficas.
Hubo autores que jamás escribieron nada. Sócrates es quizá el ejemplo más citado, y de Lacan se comenta su fobia por escribir. De las palabras de Sócrates debemos confiar en la fiabilidad de Platón y de Lacan, sus largas conferencias se volvieron libros densos transcritos por dedicados estudiantes.
Como estamos en la época de la trivialización y lo banal; de lo breve y digital, me ha estado desde hace un tiempo rondando la idea de un videoblog donde exponga ideas absurdas. Pensaba darle un nombre que evidenciara que se trataba de una sátira, algo como «El loco de la pipa» o «Filosofía para youtube». Pero en fin…
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