Otra tira inspirada en las sabias conversaciones cecehacheras que dieron existencia a la libreta de las frases célebres. Hoy, platicando con un compañero, llegamos a la conclusión: «Cecehachero una vez, cecehachero por siempre.»
Si existe el deseo de adentrarse en la discusión marxista sobre «conciencia», Georg Lukács (que nada tiene que ver con Star Wars) es un buen autor para comenzar.
Ya siendo ayer, fui al «IV Festival de Poesía de las lenguas de América», que guardó memoria a Carlos Montemayor. No es gratuito y es lo menos que se podría esperar, ya que Carlos Montemayor fue el principal impulsor de este festival. Y un poco más de lo que se podría esperar, el día de ayer se publicó en Gaceta UNAM (p. 23) que el «Festival de Poesía de las lenguas de América» se pasaba ahora a llamar » Festival de Poesía de las lenguas de América Carlos Montemayor» y adquiere el carácter de festival permanente, de presentación bianual.
Sobre este festival, comentaré que la primera vez que fui a él fue hace cuatro años. El presentador era Carlos Montemayor, que con impecable retórica invitaba a conocer y a escuchar a cada una de las lenguas presentadas. Mencionaba que tan sólo en México se calculaban más de 100 lenguas, de las que quedan 68, con sus 364 varientes.
La UNAM reconoció en Carlos Montemayor un «pilar de la literatura y del pensamiento político del México Contemporáneo.»
Miguel León-Portilla, tras la presentación de José de Val, habló de la persona que fue Carlos Montemayor, diciendo con atino que con su pérdida «México se empobrece».
Del festival, no puedo decir más de lo que dijeron los doce poetas que participaron en él. Cinco poetas de lenguas nacionales (Angélica Ortiz, wixarica; Irma Pineda,zapoteca; Briceida Cuevas, Maya; Natalia Toledo, Zapoteca y Natalio Hernández, náhuatl), tres en lenguas indígenas del resto del continente (Odi Gonzales, Quechua; Elicura Chiuailaf, Mapuche; Susy Delgado, Guaraní) y cuatro poetas de las lenguas indoeuropeas más habladas en el continente (Albert Moritz, inglés; Paul Bélanger, francés; Lêdo Ivo, portugués; Hugo Gutiérrez, español). Varios de esos poetas Montemayor los formó, los tradujo o los dio a conocer, por lo que cada uno le dio su reconocimiento.
Perdimos a Montemayor, pero su legado muestra sus frutos. Cito unos versos de Angélica Ortiz para terminar:
Tsuariya mikayutua,
maiweti mi?ane, meiti?enietiyeika
xeikia kemi?ane mitatsuaka,
tsi ta?iyaritsiepaiti hatineikati
mi?ane
?aimieme xei ?ukai ?aixi
retsuarieti ?aixi yeme
kana?aneni.
(El llanto no se vende,
el llanto es sagrado para aquel
que lo llora,
y una lágrima bien llorada merece
respeto por aquel que no la llora.)
edit it: MAÑANA RESPUESTAS